Edición 1112 Tercera Semana de Abril – V 2025
Es un hecho innegable, que el tejido social en los últimos años se ha estado deteriorando cada día más.
También lo es que, los integrantes de esta sociedad morelense se alejan cada día más de lo ético, de lo moral, y de los valores como la honestidad, la misericordia, la generosidad y la bondad. Con ello, este grupo de personas, se alejaron con prisa de lo que la felicidad es, en sustancia y en concreto y, salieron a dar peligrosos paseos por las puertas falsas del placer, el gozo inmediato y falaz, la recompensa fácil con el mínimo esfuerzo y la fácil fortuna, que es lo más falso de este mundo pues, el éxito está antes que el trabajo solo en el diccionario. Por donde se le presione, la sociedad supura pus de corrupción, sangre de hombres y mujeres jóvenes confundidos por la ambición desmedida, es un hecho el de que son culpables los padres y abuelos, pero en mayor medida los pusilánimes, desorientados y maleducados amigos, que todo lo contagian y claro no siempre son cosas buenas dignas o que edifiquen,
Dice el texto de la Biblia, en Pablo, que “todo te está permitido, pero que no todo te edifica”, y al parecer los jóvenes de hoy se van por lo más indignante, pues por unos miserables pesos, se van con el poder del mal, no sabiendo, aunque si intuyendo, que más pronto que tarde caerán víctimas de sus erróneas decisiones, inexpertas acciones, porque no tienen pasado, pero si un futuro negro, vil y por demás frustrante e indignante. Estos delincuentes de hoy, si es que logran sobrevivir, siempre serán seres atormentados por fantasmas del ayer, con acciones que pudieron ser edificantes, pero que por la cosa de no sentirse débiles, se arrebataron y apresuraron sin reflexión mínima, se fueron al peor de los caminos, donde simple y sencillamente no hay futuro, no hay mañana. Y es que si salieras vivo, cosa que es muy dudable, a esos jóvenes de hoy y que podrían ser los señores y señoras de mañana, nadie los va a extrañar si mueren y, nadie los va a estimar si viven, serán por siempre los apestados, su aura se opacará, su vida será de neurosis constante y en fin serán una fuente de confusión sin par.
Pero no toda está perdido en Morelos, aún existe modo y tiempo de ser algo mejor, de dejar ese camino de vicio, maldad, enfermedad emocional, y eso de querer más adrenalina en el cuerpo, eso de querer ser adicto, además de a las sustancias que confunden la mente y matan el espíritu del humano, a las relaciones tóxicas, porque en ellas solo se encontrará muerte prematura, locura y la desgracia. Es momento pues, de que tanto los que hasta hoy hayan sido padres irresponsables, timoratos que se asustan al menor grito injurioso de sus hijos e hijas, se fajen los pantalones y las naguas y dejen de andar en amasiatos deformes, que solo frenan toda llamada de atención posible para esos hijos que son su responsabilidad, les guste o no, lo sepan a no, y lo quieran o no.
Por lo tanto, pregúntate si puedes presumir orgulloso ante el mundo entero lo que has creado como hijo o hija. Pregúntate también si has hecho tu mejor esfuerzo por esos chicos y chicas que trajiste al mundo y que hoy andan a deshoras de la noche y la madrugada repartiendo droga o extorsionando mientras que tu te revuelcas con sepa Dios que cosa o cosas. Y si mañana te llega la noticia de que tu hijo ya apareció desmembrado, cosido a tiros o, pasará el resto de su vida dentro de una cárcel, reclusorio o correccional, ¿Qué excusa darás, que justificación dirás y sobre todo, QUÉ CUENTAS ENTREGARÁS AL QUE TE DIO LA FORTUNA DE PROCREAR UN SER HUMANO?. Tu respuesta.
