Edición 1080 Primera Semana de Julio 2024
Ya sea en la vida privada, ya en los asuntos políticos o en la generalidad de la vida cotidiana, el imponer a como de lugar, por intereses creados, por caprichos insolentes o porque soy el electo o electa y ahora tengo el poder y el mando, es y seguirá siendo por siempre una estupidez monumental, sin embargo la clase política, empresarial, sindical y otras muchas más, son muy dadas a ello, creando conflictos a veces irresolubles. En la clase política fue una práctica generalizada y seguirá siéndolo, eso de las imposiciones, se puede decir por mucho tiempo. Hoy la gente en muy buena cantidad se opuso a la imposición de Sergio Mayer como diputado federal, de parte de MORENA, este sujeto que se manifestó contrario a la Cuarta Transformación en algunos momentos. Como se sabe Sergio Mayer Bretón es un stripper, político, productor y actor mexicano. De 2018 a 2021 se desempeñó ya como diputado federal por el distrito 6 de la Ciudad de México.
Otro nombramiento o imposición, que causó revuelo, aunque menor hasta ahora fue la designación de Mario Delgado Carrillo, en la Secretaría de Educación Pública. A este la gente le dijo incluso «si no se va Sergio Mayer se van los dos», como que es el presidente del partido MORENA.
Y es que la gente, aunque ha sabido de otras imposiciones, las ha perdonado y no ha dicho mayor cosa porque las hizo un presidente que en comparación con otros presidentes de la república, resultó un gigante en eso de considerar al pueblo, pues la mayoría de los mandatarios en México y en el mundo, tenían al pueblo como un idiota, como un tonto y solo Andrés Manuel López Obrador les vino a dar valor a las multitudes, al sostener y hacer valer que el único soberano era el pueblo.
En Morelos tenemos la experiencia de que se sostuvo a un imberbe como gobernador, falto de experiencia en las lides del quehacer político, y sin tacto alguno para tratar la problemática de la entidad ni molestarse en aprender. Pero el pueblo de Morelos lo consideró porque, el exfutbolista tiene su cartel y el presidente AMLO, es alguien más considerado.
Pero aquí se deberá tomar en cuenta que, en México Claudia Sheinbaum Pardo y en Morelos Margarita González Sarabia no son AMLO, que si es cierto ellas traen su propia dinámica, y proceden de la raíz del Humanismo Mexicano, pero la gente hoy es muy suspicaz y ya está más politizada, y si no se le explica muy claro y contundente los nombramientos, los podría ver como imposiciones y eso puede despertar un tigre, que dormido por mucho tiempo hoy ya despertó y cada día más conocedor de su fuerza y alcance, se podría lanzar trastocando las relaciones felices en amargores, lo que resultaría innecesario y a la vez estúpido.
Finalmente ya desde campaña en Morelos la candidata y hoy virtual gobernadora, llevaba en su equipo a personajes que no son para nada bien vistos por las masas morelenses, por su historial, unos más negros que otros, unos con más fácil comprobación que otros y una serie de personajes que, bien pueden tildarse como lo dice el presidente AMLO, son verdaderos «ambiciosos vulgares».
Gente pues que, sólo busca encaramarse al poder para seguir siendo de la clase privilegiada, seguir viviendo del presupuesto, de sus tranzas y de los cotos del poder, pero que no tiene nada que aportar, que no trae nada más que sus ambiciones desmedidas y la esperanza de algún día llegar a esa silla gubernamental que algunos alcanzaron con suma facilidad y hasta sin quererlo como es este, el que ya se va.