El café carajillo tiene varias teorías sobre su origen: unos lo ubican en Cuba, cuando soldados españoles mezclaban café con ron para darse “coraje”, otros en Cataluña con la frase “que ara guillo” “ya me voy”, y también en costumbres coloniales. Hoy es una bebida popular en países como México y Colombia, donde se prepara con diferentes licores, caliente o frío, pero siempre con el mismo sello: la unión del café y el licor en una tradición que perdura.

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