Edición 1119V Segunda Semana de Junio 2025
Era una necesidad apremiante. El poder Judicial en México, bueno en muchas partes del mundo está putrefacto, podrido, apestoso. Pero en México, gracias al valor y la enjundia del presidente Andrés Manuel López Obrador y ahora de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y de los diputados y senadores de MORENA, como un evento primero y único en el mundo, será elegido el cuerpo de juzgadores, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Y en Morelos ya fue calificada la elección y a los ganadores de ella, les será entregada esta semana, la constancia de mayoría.
Claro que los adversarios de la Cuarta Transformación y del Humanismo Mexicano, que son gente que les parece imposible dizque por arbitrario, simulador y quien sabe cuantas bagatelas insulsas más. Sin embargo lo real, es que la reforma la Poder Judicial ya se inició.
Luego vendrá la elección del otro 50 por ciento del Poder Judicial, será en la elección intermedia del 2027, y posteriormente se iniciará la limpia con los elementos de las fiscalías que con contadas excepciones, siempre fueron víctimas de las argucias principalmente de abogados postulantes, petulantes y corruptos, dizque influyentes, que postraron y pusieron el Poder Judicial al servicio de los más poderosos y medianos intereses, con los que la justicia se corrompió hasta el vómito.
Ahora está claro que, los críticos de esta Reforma Judicial sean de una derecha recalcitrante. Anquilosada y pestilente que sintieron que el país les pertenecía que esos grupúsculos constituidos de grupusculeros, amafiados y achichingles que sin tener el capital económico se sintieron sus vasallos, porque influyeron en las sentencias con la facilidad del amiguismo, el compadrazgo y la complicidad indigna.
Esa gente que sin tener capital siente que pertenecen a la clase alta, porque se platican de tú, con alguien que sí tiene realmente en qué caerse muerto, aunque no haya sido del todo bien habido. Esos farsantes, dizque de alcurnia, que no conoce, en ocasiones ni el mar. Se la dan de ser muy «chingones», pues son capaces de poder llegarle al precio a jueces, magistrados y hasta ministros, no son sino una sarta de putrefactos seres inconscientes que ofrecieron y tasaron la justicia al mejor postor, enviando a la cárcel a muchísima gente inocente y además que el Estado como gobierno no supo crear y recrear a los inculpados una defensa de oficio capaz, pues eran los acusados gente humilde que bien podrían sufrir más, porque a ello estaban acostumbrados, esos imbéciles se apropiaron de las salas, instancias, distritos y hasta cubículos de la Corte en México y desde luego en casi todos los países que se dicen honestos pero que también son corruptísimos. como se puede comprobar en los Estados Unidos de Norteamérica, o debo decir los estados hundidos…