Edición 1097 Primera Semana de Diciembre 2024
Es importante reconocer lo que el presidente hoy ex, de México, el licenciado Andrés Manuel López Obrador señalaría en todo su sexenio…»separar lo político de lo económico», como en alguna ocasión se separó la iglesia del Estado, lo que armó otra conflagración como la de hoy en México.
En Morelos aparte de separar lo político de lo económico, lo que no se está haciendo por ningún poder, pues el Congreso del Estado y más bien la diputada panista Andy Gordillo, primero se reunió con empresarios a analizar el presupuesto que presentó el gobierno del Estado para el año 2025 y luego con la Secretaría de Hacienda de Morelos, para posteriormente hacerlo con los demás secretarios.
Es muy conocido que el poder político en México y en Morelos naturalmente, es absorbido por el poder económico, siempre lo fue y lo hemos sostenido continuamente en estas ediciones de Expreso de Morelos, hoy sin embargo es importante separar además del poder político al crimen, al precio que sea, lástima que no exista en México la pena de muerte para los delincuentes y más peligrosos criminales al modo de sanear al país, lo que se espera empiece a ser saneado con la elección de las personas juzgadoras por el pueblo y claro la aprobación en Morelos de la desaparición de los organismos autónomos que son siete y están pidiendo ya su participación en el presupuesto millonario del 2025 en Morelos, pero serán también desparecidos en esta semana según dijera el coordinador de la fracción parlamentaria de MORENA el expresidente y hoy diputado Rafael Reyes Reyes.
Es importante que sea saneada la sociedad de Morelos y claro la de México, pero en nuestra entidad, se sigue envenenado a nuestros inconscientes jóvenes con bebidas embriagantes y nadie dice nada, ni se da cuenta de eso, como que las empresas cerveceras y de bebidas alcohólicas siguen dominando no solo al mercado, sino a los burócratas y jueces como siempre a punta de billetes, mordidas o como se les llame. Pero en Morelos aunque no tenemos empresas embotelladoras de cerveza o de licores en gran escala, se permite la proliferación de tugurios, bares, antros y ahora de «picaderos», donde ya los jóvenes y algunos no tan jóvenes, se embriagan y drogan a la luz del día y con el conocimiento de las policías, el vecindario y claro las autoridades que no ven nada.
Finalmente esos jóvenes ya bajo los efectos de narcóticos y el alcohol es un narcótico legalizado, sufren una metamorfosis y se sienten capaces de agredir, robar y delinquir, de asesinar, descuartizar y dejar cuerpos desmembrados por cualquier lado, con sus debidos cartelones y mensajes, para que la gente se llene de pánico, incluso esos mismo jóvenes al pasárseles el efecto, se apanican y deben consumir más para poder seguir en ese negocio lo que se torna un cuento de nunca acabar, pero muy salvaje y sangriento.