Morelos y la Rapiña Gubernamental

Morelos y la Rapiña Gubernamental

¡Comparte!

Edición 1082 Tercera Semana de Julio 2024

Aun pueden recordar los viejos, de aquellos tiempos cuando gobernó Morelos uno de los más ladrones gobernantes de apellido Bejarano.
Armando León, fue quien le entregó el mandato de Morelos a un Lauro Ortega Martínez diezmado por la diabetes, la incontinencia y no se sabe que otros males físicos, pero de la vieja guardia de la política, acostumbrado a sentirse dueño de vidas y destinos, Don Lauro le decían, que era un hombre delgado y alto, dicen que honrado, pero se rodeó de pelafustanes que le hicieron el trabajo sucio como un tal Moisés Maislín Leal encargado de la seguridad pública y su secretaria Zoila, que era tía del actual senador Victor Manuel Mercado y otros que luego serían del gremio político, pero que nunca alzaron la voz cuando este noble pueblo de Morelos fue saqueado, vilipendiado, ultrajado y más, en todo y por todo y todos.
Luego vino Don Antonio Rivapalacio López, unos, sus adversarios le llamaban «Don Amponio». Este gobernador, que llegó desde el Congreso de la Unión, fue el que desapareció entre otras muchas cosas a un ingenio en Oacalco Morelos y luego permitió y nunca castigó, al que con una caja de ahorros prometedora, «Casa Chavelas» en Yautepec, de dar grandes intereses por el dinero que los trabajadores lograron cobrar por su liquidación del ingenio y que deberían depositar en ese fraude financiero que erigió Saúl Chavelas, pero lo creen, esos polítiquillos de pacotilla nunca dijeron nada, pues corrían el riesgo de que fueran también desaparecidos como lo fue el luchador social de Cuautla José Ramón García Gómez, dicen que a manos de Antonio Nogueda Carbajal entonces director de la policía judicial y aspirante a la alcadía de Cuautla la que nunca alcanzó.
Luego vino a gobernar Morelos el general Jorge Carrillo Olea, acusado por la DEA de ser parte del narcotráfico y al parecer no le dieron tiempo de «montar en su caballo», pues lo mandó destituir el gris doctor que puso de presidente el innombrable Carlos Salinas de Gortari. Para echar de la gubernatura a Don Jorge, el entonces secretario de Gobernación Francisco Labastida Ochoa y este a su vez utilizó a Graco Ramírez Garrido Abreu y este a su vez armó un cuadro con la hermana de su actual esposa, la diputada Cecilia Cepeda y con gente de Cuautla entre las que estaban Carmen Génis Sánchez, el profesor Saturnino Solano Pérez y una caterva de políticos, algunos de ellos ya desparecidos y otros ya retirados.
Le siguió el siempre indecoroso, aunque siempre pulcro en su persona, puntual en sus actos y hoy demandado Sergio Estrada Cajigal Ramírez, que en su gobierno perdió a su hermana, lo que las malas lenguas dijeron que era una vendetta de los narcos, nada se supo si la mataron, ni que fue, lo que si es que murió joven aún. Puede decirse que fue el gobernador más bullanguero y pachanguero, pues dicen los que le rodeaban que eran francachelas diario y con polvos y periquitos mágicos, y claro se alejó del gobierno con sus alforjas bien repletas y claro dejó en su lugar al doctor Marco Antonio Adame Castillo, pero antes se quedó con más de 32 millones de unas conexiones telefónicas que se pondrían en palacio de gobierno, lo que nunca se dio pero el gasto se hizo.
Al llegar el médico Adame Castillo, quizás el gobernador más educado de todos, pero no el más decente, pues antes hubo de reprimir a los maestros y hacerla de apoyo a todas las políticas de Felipe Calderón Hinojosa, entre ellas, las de desaparecer al PRD, queriendo con ello dejar sin respaldo político al hoy presidente Andrés Manuel López Obrador, y muchas gracias y movidas más, como el de haberse quedado con una millonada de pesos, que el famoso Seguro Popular habría designado para los análisis clínicos de los pacientes de Morelos y al marchar puso en su lugar y a petición de doña Mayela Alemán, su esposa al siempre fatídico Graco Luis Ramírez Garrido Abreu.

Comentarios

Aún no hay comentarios. ¿Por qué no comienzas el debate?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *